La perfección está en los contrastes, amor.
El fruto te representa.
Es a un tiempo firme y suave.
Al tacto firme, aunque no se resiste a la mordida.
Invade primero el gusto una discreta acidez que se disuelve
Y deja un sabor dulce y nostálgico.
Como tú y tus besos.
Como nuestro encuentro.
Por muy redonda, oscura y carnosa que parezca, siempre guarda hueso en su interior.
Guarda su esencia, el corazón del que podrá nacer un día otro corazón.
También tú tienes una semilla, corazón,
Escondida entre tus complejidades de humano y tus instintos,
Sepultada,
Un corazón ciruela, latiendo,
Esperando ser mordisqueado y tocar la tierra fértil de otro espíritu.
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