martes, 1 de febrero de 2011

Adolescer I

La tuve entre mis manos:
hoy la he perdido;
batió sus alas como los pajarillos
al huir de la lluvia.
Sí.
La tuve entre estas manos
que hoy están vacías,
que se habían acostumbrado a tenerla.
La tuve entre estas manos,
detrás de estos ojos
que hoy tienen por extraño
al mundo que acecha por las ventanas.

La tuve entre mis manos.

La perdí.
El silencio llena mis pulmones.
El aire insípido ocupa su lugar.
La vida sonríe en algún lugar.

Intento recordar como era todo
cuando estaba conmigo.
Intento levantar los recuerdos
que cayeron del árbol ya.

Quiero revivir las tardes
en que el sol nos miraba,
la paz de las noches compartidas
en que todo fue nuestro.
Casi siempre todo era más mío.

Vivía con la seguridad de tenerla
no me di cuenta que la perdía.

Sólo me queda una lágrima y mi sonrisa:
ambas fosilizadas.

La he perdido: he muerto…

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