martes, 1 de febrero de 2011

Adolescer II

Hay días de hastío como hoy.
El cielo es monótono,
las voces están vacías,
la sonrisa es fingida
y el llanto, inválido.

El tiempo se arrastra.

La respiración me fatiga.
El pensamiento
tortura mi espíritu delirante
que busca entre los recuerdos
las razones del hoy
y los motivos para el mañana.

La vida se evapora más lentamente hoy.

Cuerpos deformes entran por mis ojos.
Desteñidos, ensombrecidos de muerte.
De ellos llega nada al alma.
Una soledad llena hasta mi último resquicio
y ahoga poco a poco, en silencio,
                                   el sueño del ser.

Hay días de hastío como hoy.

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