martes, 1 de febrero de 2011

TORACOTOMÍA

TORACOTOMÍA

Ven.
Asómate.

Tiñe con yodo.
Corta mi piel.

No te espantes.
La humedad suculenta y tibia de mi sangre no te detendrá.

No lo permitas.

Asómate.

Entra.

Encuéntrate.

Corta el hueso de las costillas... sí, así está bien.

¿Lo ves?
Está palpitando.
No contengas la respiración.

No me duele.

Tócalo.
Es vigoroso aún.

Incide la pared, ten cuidado de que la sangre no te empañe las lágrimas. 

Ahí, en el ventículo izquierdo: ¿te ves?

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